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lunes, 13 de enero de 2014

Linaje:



Cueva, útero matraz, tu eras el hogar, el refugio del exiliado en el vientre de Mama Pacha. La madre siempre acoge a sus hijos y mas a los dispersos en la naturaleza hostil la diaspora del exilio en caída. Viejos pueblos desaparecidos en la noche del olvido, grandeza humana vuelta polvo y el retorno del monte y del mar, tragándose los necios huesos pelados de la tierra de los muertos. 

Así, la caverna y el ser nomade era el retorno a la fuente, el retorno a la humildad en sol y barro.
Así se vuelve al espiral, al bucle, nacen poblados, asentamientos, barrios, ciudades, estados, imperios, sumos sacerdotes. Esa no es la ley del lobo nomade, la tierra no tiene dueño ni barrios que defender, pero así es la condición del exilio de la conciencia, que mas cabe agregar.
Camino mucho hasta encontrar la cueva, su mundo había colapsado, erro por centenares de kilómetros y mas, mucho mas. Pero ahí se afinco en el vientre de la tierra. Su conocimiento le permitió un trato con la tribu cercana. La soledad lo consumía, la tribu le dejaba afincarse, hacían tratos, pero no podía integrarse, pertenecía al pueblo soberbio de los tiranos caídos, y la soledad lo venció.
Una noche, llevo su intento a las estrellas, a la banda de celestes seres, y uno se compadeció, una estrella cayo, y una niña nació. Daimon que la Niña Luna (Moonchild), nada debía envidiar y que bajo pacto de sangre quedo ligado al chaman por tiempo, mas allá de las vidas. Y que por cierto destino en gracia muy extraña un daimon consigue alma en el alma del chaman, y cada encarnación que encuentre a esa criatura intenta una fusión almica-daimonica y que va en viaje como guerrero de séquito de extraño linaje cuando el mago chaman encuentra a su contra-parte, integrándose la conciencia y el daimon, el alma y su complemento polar.
Esa alquimia interna de suma complejidad que dividió criterios entre iniciados e invisibles a favor o en contra, dejando precedente que mas tarde los oscuros seres inquisitoriales comenzaron a casar, pues no podía haber tal alianza sin que la aprobara el Rebelde mas mentecato el fundador del linaje de la serpiente. Y comenzó la cacería. Mas la cueva de misterio que contenía la sangre del acuerdo fue como el oxido de la tinta de una alianza invisible entre daimones y ciertos magos que la inquisición mas tarde no pudo cercenar y que desde la gruta de la Magdalena hasta las laberínticas cavernas debajo del Río de La Plata y las ciudades olvidadas ahí abajo de razas no humanas donde ahora habitan djinns subterráneos guardan a sangre y fuego tal acuerdo de las garras del águila dragón.

Alex.


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