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sábado, 26 de abril de 2014

Daimon


El 'daimon', está muy cerca de lo que los romanos llamaban, en latín, el "genio". 
Es decir, un inherente espíritu, hermanado con nosotros al nacer, que lleva a nuestro destino y nos guía para convertirse en aquello que hemos nacido para ser.

El problema con el daimon, como lo defino, es que es en esencia inhumana, es un motor, como Terminator, que persigue su propio objetivo sin cesar y sin piedad.

Debo comprender y humanizar a mi daimon y daimonizar mi humanidad, mas eso requiere firmeza y voluntad, todo un trabajo alquímico.
(¿No es esto lo que plantea la secreta tradición, no lo dice hasta en el Nagual de 5 Puntas?).

Cada uno de nosotros tenemos un daimon residente, pero no contactan todos a su daimon superior.
sospecho, en los espíritus de la capacidad monumental - como Alexander o Gandhi o Sócrates o Mozart - el daimon o genio se convierte realmente un factor de suma importancia. Tal vez estos grandes simplemente se rinden a su daimon más que el resto de nosotros. Ellos no tienen miedo de abrazarlo. 

Yo no quiero ser demasiado evidente tampoco. 


Oh Daimon sagrado!
Entre los tiempos
derramas el agua y genio
la sangre de la aurora
la visión que concedes.
Ah si quisieran...
pero la misma cantinela
las mismas palabras
Oh Daimon!
Sigue tu curso como una estrella
Sigue el agua vertiéndose 
del cántaro al arroyo,
del Ser, a la nada.

Entre daimones amanece
y es el sol quien los suplanta
mas el rebaño se agita
sin genios y sin amaneceres.

Alex.
 

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