Vistas de página en total

viernes, 29 de enero de 2016

Momento




Acaso la gloria no es un momento antes del anochecer, cuando el sol tiñe todo y en tu interior contemplas como todo brilla, la vida, la muerte, el ahora.

Todo es efímero, todo pasa
y aunque saques una flor del cabello de tu amada
la flor se marchita y muere
lo único que permanece es el sentimiento.

La ciudad es un extraño mandala.
El campo de acción, de batallas y realidades sublimes.
No cabe dudas que nuestras huellas dejadas son la historia de nuestras busquedas, anhelos y necesidades. Un registro de nuestra vida, de nuestra historia. Una firma muy elaborada en el tiempo. Sigilo tal vez y también talismán.
Pero nuestra historia solo tiene significado para nosotros mismos.
Aquí, en plena tarea de borrar huellas e historias personales, se desdibuja esa firma
y pierde su poder como talismán.
Solo vale el poder que se lleva dentro, solo ese sol.
Entonces, habremos pasado iluminando
y cada vez que oscurecimos ya no quedaran rastros.
Es así nuestro mundo, como en el psicoanalisis, la palabra es mágica
y en la magia lo es el silencio.
Transitar entre dos realidades. En el difícil arte de desdibujarse y ser,
de dejar de ser para ser todo.

Dicen que hubo una vez una espada clavada en una roca.
Yo la recuerdo en mi, solo que ahí entre la espada y la roca quedo clavado mi corazón a este mundo.
Pero de todas formas ¿Que importa?
Salven los libres dice el susurro del viento.
Los días se suceden como ayeres, la luna gira
y los corazones sangran.
Al menos aun hay los que sangran.
Alex


No hay comentarios:

Publicar un comentario