¿Para que ser posesivos y desear poseer? Las religiones prometen el limbo. Pero el descenso divino, la eternidad en este momento. Quien tiene origen divino es rebelde ante la muerte. Quien no lo tiene desprecia lo eterno. El trabajo es un grillete que se nos impuso como seres caídos. Algo que no entienden las bestias. La honestidad de la bestia es su apego a lo material. La honestidad del espíritu es su anhelo de liberación.
La mayor locura para el mundo es la inteligencia del espíritu. La mayor inteligencia del hombre es locura para el espíritu. El que brilla por dentro, es oscuro hacia afuera. Quien es oscuro por dentro es luz para el hombre animal. Quien mira hacia afuera esta en la muerte. Quien vuelve sus ojos hacia adentro esta en el espíritu. Con esto ya sabes el destino. Las filosofías humanas son solo un inventario, un intento de ordenar el mundo. Pero el mundo no necesita nuestro orden, siempre tendrá el suyo. Las religiones y los poderes han oscurecido la revelación.
Para desear la vida aqui, debemos matar nuestra chispa celeste. Para entrar en la vida sublime en cambio debemos hacerla crecer. Hay una roca de tropiezo y otra de apoyo. Quien esta en estado de contemplación, esta en oración y darse cuenta. Cada cual elije a cual roca fijarse.
Si fijo mi intento hacia el espíritu no es una obsesión, es un acto consciente y deliberado de una predilección. No me interesan los ídolos, ni un dios idolatra. Ni un pinche auto o celular, ni los sueños esclavizantes. Quien considera la vida como búsqueda de poder y confort solo es parte de quienes cosechan la muerte. Todo lo aniquilan. Sino, mira los ríos, la tierra y los mares. Mas vale parecer idiota, que ser un necio. El hombre coherente elige con coherencia.
Estar en el mundo sin ser parte de el. Estar adentrado en lo interno sin dejar de actuar en el mundo. Solo seguir la guía del Espíritu. Se puede esperar de todo del rebelde, del impredecible, del loco...Pero nada puede esperarse de los mediocres. El mundo debe afrontarse, no huir de el. Quien vence al mundo se vence a si mismo. Quien da es mejor que quien quita.
Quien maldice a los ricos, maldice su posibilidad de llegar a ser algún día como ellos. Pero quien maldice a los pobres en cambio, se ha condenado a la muerte. Ha maldecido al amor.
Cuando tu reflejo sonrie burlón al contemplarte al espejo y el susto te haga dar un salto. Estas entonces en el punto de locura justo para cruzar el umbral. Pero es necesario ahí enfrentar al terror de ese umbral. La gran quimera. Y eso se hace con total frialdad y desprendimiento. A raíz de eso algo sucede. El nudo de encadenamiento de la descripción sintáctica de tu yo se va rompiendo y desmoronando. Tu "forma humana" se va. Se vuela como un globo que soltas en medio de un ataque de pánico. De golpe, dejas de ser quien creías. El personaje y sus añadiduras. Sus roles y sus rutinas se van disipando. Y te quedas en bolas como recién nacido tratando de aferrarte a lo que ya no existe. Entonces ahí es cuando comenzas de nuevo.
Horus niño, aquel que ha vuelto a nacer y ve en silencio con los ojos de la "inocencia".
El iniciado en la iniciación real.
El dos veces nacido.
Alex
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